martes, 1 de julio de 2003

Los autores de un libro: El Plan de Bibliotecas Siglo XXI, una obra colectiva



Los autores de un libro:
El Plan de Bibliotecas Siglo XXI, una obra colectiva*


            Recientemente mi antiguo profesor y hoy amigo Ramón Gonzálvez, canónigo bibliotecario y archivero de la Catedral de Toledo, ha pronunciado en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo la conferencia de apertura del curso de esta Institución cultural, sobre la llamada Biblia de San Luis, una de las joyas que se conservan en la biblioteca capitular toledana. A propósito de esta obra, Gonzálvez recordó la teoría del Rey Alfonso X el Sabio sobre la autoría de los grandes proyectos culturales: un palacio no lo construye sólo el arquitecto que dirige las obras sino quien pensó, quien soñó, quien alentó la construcción de ese edificio; igual ocurrió con la maravillosa Biblia de San Luis: quienes con su mecenazgo posibilitaron que esa idea cobrase vida comparten el éxito, la gloria de su obra, con los tipógrafos, iluminadores, encuadernadores y otros profesionales del libro que participaron en esa regia empresa.
            Recuerdo ahora esta tesis para agradecer a tantos compañeros y compañeras de toda España, e incluso de otros países, la acogida que están dispensando al Plan de Desarrollo Bibliotecario (2003-2006) Bibliotecas Públicas Siglo XXI. Estamos también ante una obra colectiva, que se publicó en las postrimerías de la Legislatura pasada con un lema que pretende difundir en nuestra región la importancia de la biblioteca pública en nuestra sociedad: Descubre el mundo en la biblioteca. Nos llegan muchas peticiones de información, claves sobre determinados programas o proyectos, palabras de esperanza,...Pero la pregunta probablemente más compleja me la han hecho en San Sebastián, en las I Jornadas Bibliotecarias  del País Vasco, donde participé en una de las mesas redondas invitado para exponer la experiencia de nuestra Comunidad Autónoma en materia de formación de profesionales y del programa de ayudas para la Contratación de Bibliotecarios municipales. “¿Pero cómo ha nacido este Plan? ¿De arriba a abajo, o de abajo a arriba?”
            Inmediatamente me vinieron a la cabeza las palabras de Gonzálvez, y recordé brevemente esta teoría del Rey Sabio. A continuación dije algo así: este libro, este Plan, es realmente un hermoso proyecto colectivo. Fue alentado por el Consejero y la Viceconsejera de Educación y Cultura, José Valverde y Elisa Romero respetivamente, y recibió el apoyo expreso del Presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Bono, convirtiendo esta iniciativa de la Consejería en un verdadero Plan del Gobierno Regional. En la nueva Legislatura, con la refundación de la Consejería de Cultura, el Plan ha sido retomado y relanzado por quienes tienen la responsabilidad política de las políticas bibliotecarias: Araceli Muñoz, Consejera, y José Martínez Guijarro, Director General de Promoción Cultural y Artesanía.  Ésta es la grandeza de las obras que se planifican para un tiempo más largo: que a unos les toca sembrar, a otros cuidar esas semillas para que fructifiquen y tal vez a otros cosechar....
            Sí, quienes dirigen políticamente nuestra Consejería, y quienes dirigieron la anterior, tienen y tuvieron la tarea imprescindible de llevar a buen puerto la nave, de guiar el camino, de luchar para conseguir los recursos que se precisan para este noble empeño de universalizar en toda la región el derecho de los castellano-manchegos de acceder a servicios bibliotecarios de calidad y acordes con la Sociedad de la Información y del Conocimiento que alumbra este naciente Siglo XXI.
            Pero no están solos en tan difícil reto: hace tiempo comprendí que toda obra emprendida por una Administración Pública precisa del trabajo conjunto de políticos y de técnicos, y aún más: es preciso mirar juntos y en la misma dirección. Y todavía más: como en la bella historia de El Principito, es necesario domesticarse, comprenderse mutuamente. De esa conjunción de esfuerzos y de ilusiones; de ese crisol de ideas y experiencias, los proyectos saldrán fortalecidos y podrán ser desarrollados con mayor firmeza para que realmente lleguen a los ciudadanos, a la sociedad a la que la Administración Pública se debe.
            En este sentido no importa de quién fuera la idea, si del Príncipe o del tipógrafo, si del político o del técnico. Si el Plan de Bibliotecas Públicas Siglo XXI llega a buen puerto, seguramente el mérito será de toda la sociedad regional. Es cierto que este Plan ha sido meditado, reflexionado con profundidad en el Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas. Pero no es menos cierto que aquí hemos dispuesto de todo el apoyo político a esta iniciativa y de las experiencias y el conocimiento de muchísimos profesionales. Entonces, junto a los ya citados, el Plan es también la obra de Javier; Docampo, Oscar Arroyo y Lola Membrillo, del Servicio Regional; y es también hijo de Joaquín Selgas, Alicia Arellano y otros nombres de la Biblioteca de Castilla-La Mancha; y ha bebido de propuestas de Modesto Triviño, Angel García Méndez y otros compañeros y compañeras que desde las Secciones Provinciales trabajan cada día para que los servicios de biblioteca pública se desarrollen adecuadamente en sus municipios; y ha contado con opiniones y sugerencias  de Begoña Marlasca, Juan Manuel de la Cruz, Emma Alonso y otros profesionales de nuestras Bibliotecas Públicas del Estado. Y ha nacido también este Plan para corregir los desequilibrios y los problemas que cotidianamente nos han transmitido tantos y tantas bibliotecarios y bibliotecarias municipales que vienen aportando su esperanzado trabajo al servicio de sus conciudadanos.
            Sí, en verdad el Plan de Bibliotecas Públicas Siglo XXI es obra de la madurez de una Comunidad Autónoma. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha liderado la transformación paulatina de nuestra Red de Bibliotecas Públicas, pero las Administraciones Locales, singularmente los ayuntamientos, están respondiendo a este reto, y participando del objetivo que nos marcamos hace años de corresponsabilidad y cofinanciación, podemos calificar de cada vez más modélico el interés que están demostrando los municipios en los servicios de biblioteca pública.
            El Plan, en suma, es un hermoso sueño colectivo en el que muchas personas han participado y, lo que es más importante, están cada día prestos a ganar a más adeptos  a esta  utopía que es la biblioteca pública como derecho para todos y para todas.



* Anaquel, Boletín de Libros, Archivos y Bibliotecas de Castilla‑La Mancha. Nº 23 (julio-septiembre 2003), p. 42.