sábado, 20 de mayo de 2017

Actos de presentación de mi libro "Elogio de la Biblioteca Pública".

Actos de presentación de mi libro "Elogio de la Biblioteca Pública". Prosigo la difusión de mi nuevo libro y, sobre todo, defendiendo el servicio de biblioteca pública en España. Incluiré en esta entrada las referencias a los actos que se vayan procediendo, así como documentos gráficos y audiovisuales y entrevistas en algunos medios de comunicación.






PROGRAMAS DE RADIO Y TELEVISIÓN 

- Entrevista de Celia Marqués al director de la Biblioteca Regional para presentar su último libro, "Elogio de las biblioteca pública".  Programa "Otras miradas".
www.rtvd.org #RTVDToledo
Realizada el 3 de mayo de 2017. Publicada el 4 de mayo de 2017.
Enlace al video:
Juan Sánchez Sánchez en el programa "Otras miradas" de RTVD

- Noticia en el informativo regional de Castilla-La Mancha de TVE sobre la publicación del libro "Elogio de la biblioteca pública".
Emitida el 27 de abril de 2017.
Aparece en el informativo desde el minuto 11'05"
Noticia en informativo regional de TVE sobre "Elogio de las biblioteca pública"

VIDEOS DE LAS INTERVENCIONES

 
ACTOS DE PRESENTACIÓN ORGANIZADOS

- Toledo.
27 de abril de 2017.
19 horas. Salón de actos de la
Biblioteca de Castilla-La Mancha.

- Talavera de la Reina (Toledo)
30 de abril de 2017.
18 horas. 30ª Feria del Libro de Talavera.
Paseo del Prado.

- Madrid.
17 de mayo de 2017.
19 horas. Salón de actos de la
Biblioteca Pública Municipal "Eugenio Trías" (Antigua Casa de Fieras).

- Toledo.
18 de mayo de 2017.
18 horas. Feria del Libro de Toledo.
Firma de libros en la Feria.
Plaza de Zocodover.

- Ciudad Real. 
12 de junio de 2017.
19 horas. Salón de actos de la
Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real.

jueves, 4 de mayo de 2017

Nuevo papel de la biblioteca en la sociedad

 "Nuevo papel de la biblioteca en la sociedad". Mesa redonda en las 4ªs Jornadas Bibliotecarias de Extremadura. Mérida 4 de mayo de 2017.

Intervine y moderé la mesa redonda "Nuevo papel de la biblioteca en la sociedad", con Felicidad Campal, Cristina Novoa, Elisa Yuste y Javier Valbuena. 

Inicié la mesa con mi alegato en defensa del "cuarto mundo bibliotecario" en España, de los ciudadanos "desheredados" a los que las distintas Administraciones Públicas no tienen en cuenta en sus políticas bibliotecarias. Comparto párrafos de mi intervención de presentación de la Mesa:

"Estamos aquí para vislumbrar el nuevo papel de la biblioteca en la sociedad. Y, como siempre indico, somos profesionales, representamos a distintos ámbitos de las bibliotecas, a distintos mundos. Y nos preocupa cómo tienen que transformarse las bibliotecas, cómo respondemos a la sociedad desde las bibliotecas. Pero tengo que lanzar un alegato en recuerdo de los 3.000 municipios españoles que carecen totalmente de servicios bibliotecarios y que parece que ese porcentaje de población no interesa a nadie.
Se ha construido en los servicios bibliotecarios un verdadero mosaico de desigualdad, que se observa nítidamente en las estadísticas bibliotecarias de nuestro país. Distintas velocidades en las regiones y dentro de éstas en los municipios; distinta legislación y normativa; muy distintos presupuestos… Una de las regiones consideradas punteras, Cataluña, sólo da servicio al 43% de los municipios, dejando sin ningún servicio bibliotecario a 538 municipios. En Extremadura están atendidos el 85% de los municipios, careciendo de servicios 63 (datos de 2014).

Todos estos municipios sin servicios son los que yo denomino CUARTO MUNDO BIBLIOTECARIO, los que carecen del derecho a leer y a la información democrática. Pero además es que las diferencias entre bibliotecas, entre recursos de unas y otras bibliotecas, son grandísimas. ¿Cómo afrontar el servicio a la sociedad desde las situaciones que tienen las bibliotecas integradas en TRES MUNDOS distintos?

Como estamos en Extremadura, aunque no es oro todo lo que reluce, sí voy a recordar que esta comunidad autónoma ocupa el primer lugar en dos indicadores: habitantes por biblioteca: una biblioteca por cada 2.839 habs., seguida de CLM; y también en personal: dispone de un profesional ETC por cada 3.010 habitantes. Esto significa, sin duda, que regiones tradicionalmente pobres como Extremadura y también Castilla-La Mancha han tenido un mayor afán democratizador de los servicios bibliotecarios. Aunque la crisis viene haciendo estragos.

He empezado con esta reflexión porque quiero dejar claro que el primer cambio que debe producirse en las políticas bibliotecarias de nuestro país es que la biblioteca pública, los servicios bibliotecarios, constituyan un derecho de todos los ciudadanos, de todos los municipios, con independencia de la región o el municipio de residencia. Si no es un derecho estaremos agrandando la brecha, las desigualdades, entre ciudadanos de nuestro país..."

En mi posterior intervención, en mi turno, enuncié mi decálogo para conseguir intensificar la presencia pública de las bibliotecas en la sociedad. Inserto aquí el texto que me sirvió de guión para expresar las medidas que toda biblioteca ha de tener en cuenta.

"Voy a enunciar sólo, a enumerar, las pautas que considero que en bibliotecas públicas han de seguirse para conseguir que las bibliotecas tengan una presencia pública importante en la sociedad y afiancen su posición como servicio público esencial para las comunidades locales, como lo son los centros educativos y sanitarios.

1) Es absolutamente necesaria la implicación del personal. Y será preciso también transformar paulatinamente los perfiles del personal que trabaja en bibliotecas. Desde luego, en el caso de bibliotecas de ciudades que cuentan con un equipo, éste tiene que estar formado por profesionales de especializaciones distintas, constituyendo un equipo multidisciplinar. Creo que la tecnología no lo es todo en una biblioteca, pero es preciso que el bibliotecario trabaje también con las posibilidades tecnológicas que en su entorno pueda plantear.

2) Una de las claves es que trabaje en coalición con la sociedad. Potenciar la participación ciudadana. Propiciar que ciudadanos, centros docentes, colectivos socioculturales, asociaciones de vecinos, empresas, medios de comunicación, instituciones y administraciones públicas colaboren con las bibliotecas para posibilitar que estén vivas y sean un referente de la sociedad local.
3) La Biblioteca tiene que incrementar su presencia pública en la sociedad. Incluso las más pequeñas tienen que tener su política de comunicación. En las medianas o grandes ciudades, es necesario un estrecho contacto con los medios de comunicación. Y en todos, resulta clave la utilización de las redes sociales.
4) La BP es imprescindible en la época de internet y del desarrollo tecnológico. Que no nos vengan políticos u otros diciendo que las bibliotecas son prescindibles. La BP no es sólo una colección de libros y otros soportes. Una BP es lugar de encuentro, un centro que cree y practica la libertad de expresión, en el que se debate la vida y circunstancias del propio municipio y se hacen propuestas de mejora. Garantiza el acceso libre y gratuito al conocimiento, a los recursos informativos, a la creatividad. Acoge a personas de todas las edades, de todas las ideologías y creencias, de cualquier nacionalidad. La biblioteca sale al encuentro de quienes no acuden a sus instalaciones y servicios.
5) la biblioteca pasa de constituir un centro cultural a tener una misión como centro social. Esta es una de los modelos de biblioteca que gana adeptos. Y más en una época de crisis como la que venimos arrastrando desde hace siete años.
6) La Biblioteca tiene que buscar aliados en su ámbito. Los USUARIOS son los mayores y mejores aliados. De forma individual o asociada: La Asociación de Amigos de la Biblioteca (debemos intentar crearla), los medios de comunicación, ya citados; los
centros docentes y colectivos socioculturales, las entidades deportivas, las ONGs…

7) La Biblioteca tiene que modificar sus espacios, adaptándolos a los nuevos usos. La BP es una gran superficie de la cultura y la información, que se aleja de la rutina, fomenta la creatividad y la participación ciudadana…. Todo está orientado al servicio a los ciudadanos.
8) La necesidad de buscar alianzas mediante mecenazgo. Aunque la Biblioteca es un servicio público y como tal debe ser sufragado por las Administraciones Públicas, no debemos renunciar, incluso en municipios pequeños, a la búsqueda de pequeños mecenazgos, que unas veces serán en recursos económicos y otras veces en prestación de servicios.
9) La biblioteca considero que tiene que estar en clave de solidaridad. El fuerte compromiso social de la biblioteca nos obliga a pensar siempre en los sectores de la sociedad más excluidos o marginados.
10) Atraer a los alejados mediante estrategias innovadoras y de cercanía. Tenemos que echar las redes en mar adentro y no sólo en pecera. Buscar a los jóvenes, a los mayores, a aquellos que aún no descubrieron la magia y la grandeza democrática de la biblioteca pública. Aquí en Extremadura, como en mi comunidad, hay ejemplos verdaderamente excepcionales de este modo de trabajar."

VIDEOS: 
 
- video presentacion imágenes 4as Jornadas de Bibliotecas de Extremadura: https://www.youtube.com/watch?v=c7dINU_JxKk

- video resumen 4as Jornadas de Bibliotecas de Extremadura
Intervención Juan Sánchez Sánchez 1:55 a 2:30ç
https://www.youtube.com/watch?v=zvvpq-t39h8




lunes, 1 de mayo de 2017

PALABRAS DE PRESENTACION DEL LIBRO “ELOGIO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA”





PALABRAS DE PRESENTACION DEL LIBRO
“ELOGIO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA”

Buenas tardes.

Muchísimas gracias a todos por acompañarme en este acto siempre especial de la presentación de un libro, de mi cuarto libro sobre bibliotecas públicas. Tengo cuatro hijos y también cuatro hijos en forma de libro dedicado a defender y extender los valores de la biblioteca pública. No voy a hablar de mi libro, que espero puedan leer. Sobre las razones, las vengo exponiendo desde hace cuarenta años: extender el derecho de los ciudadanos a acceder a servicios bibliotecarios con independencia de donde vivan. Mis palabras, mis ideas, están en estos cuatro libros: Combates por la biblioteca pública (2006), En defensa de la biblioteca pública (2012), Rebelión por la biblioteca (2013) y este Elogio de la biblioteca pública.  Todo lo que pienso, buena parte de mis luchas, a veces de mis enfrentamientos con políticos por defender este derecho a un servicio público que considero tan esencial como la educación y la sanidad, están recogidos en estos cuatro libros, resultado a su vez de  centenares de artículos periodísticos, de intervenciones en congresos, de investigaciones profesionales, de publicaciones científicas, de obras literarias, incluso de poemas y canciones…. Creo que este “Elogio de la biblioteca pública” -un ensayo que considero escrito desde la madurez y también desde la sencillez- es un libro para todos. No he querido que fuese un tratado de biblioteconomía o sólo una obra destinada a los profesionales bibliotecarios. Es un libro para cualquier persona, especialmente para quienes aman los libros, la lectura y las bibliotecas; un libro que refleja mi “enamoramiento” de las bibliotecas, mi pasión por las bibliotecas, y que resume buena parte de mi trayectoria en defensa de las bibliotecas unido con mi propia experiencia como gestor de políticas bibliotecarias para una región a la que amo, Castilla-La Mancha, y también como director de una gran biblioteca, una biblioteca que soñé mucho antes de que naciese la propia región y  sobre la que he tenido la oportunidad de intervenir primero como proyecto ideológico, luego para desarrollar e implantar una biblioteca muy singular en un lugar tan especial como es el Alcázar de Toledo y, finalmente, tras mis tres  negativas a lo largo de los años a dirigir este centro, como director de una Biblioteca que está en el cielo de Toledo y que para muchos ciudadanos es verdaderamente un paraíso en un lugar que ha contemplado historias excepcionales y ahora acoge la Biblioteca más importante de Castilla-La Mancha gracias a sus colecciones, a sus usuarios, a sus profesionales, a las instalaciones y a su trabajo en complicidad con la sociedad.


Es un libro que empezó a nacer en el año 2005, cuando intervenía, junto a otros compañeros del Servicio Regional de Bibliotecas, en las II Jornadas Bibliotecarias de Castilla-La Mancha.  Empezó a bullir en mi cabeza, y lo fui forjando como idea incluso durante el largo período que estuve fuera del trabajo bibliotecario, al menos como ocupación profesional, porque desde luego las bibliotecas están en mi corazón desde hace décadas. Finalmente hace dos años comencé a escribirlo y luego fue aceptado para su publicación por la editorial argentina Alfagrama, especializada en libros de bibliotecas, archivos y documentación. Es un libro escrito desde la propia autobiografía pero intentando que refleje mi idea de lo que debe ser  hoy una biblioteca pública, no de forma teórica sino desde la propia experiencia vivida durante estos más de cuatro años que llevo dirigiendo la Biblioteca Regional.
 

Como quiero ser breve voy a trazar simplemente mi retrato, mi autorretrato, dejando el libro abierto para que cobre vida en sus manos, ante sus ojos, y que sea su lectura la que arranque emociones, si es que surgen.

1) Soy un utópico. Aunque la RAE  define el término utopía como  “Plan, proyecto, doctrina o sistema halagueño, pero irrealizable”, yo creo en las utopías, y afirmo que cuando se pone el tesón, la ilusión, el esfuerzo, los recursos precisos, la voluntad…es posible realizar esos planes que parecían irrealizables. Podría enumerar bastantes utopías concretas; aunque creo que la utopía verdadera en la que he participando con un equipo de soñadores ha sido luchar para conseguir el sueño de la universalización de servicios bibliotecarios para el conjunto de la población y los municipios de la región. Y trasladar ese combate a todo el país.  Éste es uno de los más ambiciosos retos que esta joven Comunidad Autónoma se impuso y si aún no se ha culminado ha sido por la parálisis en la política bibliotecaria, con falta de voluntad política y de recursos presupuestarios para continuar esa ingente labor.  Ojalá el Gobierno Regional recupere aquel protagonismo en unas políticas que situaron a Castilla-La Mancha, a pesar de ser región pobre, a la vanguardia del país.

2) Soy un ingenuo. Hace muchos años que me lo decía mi mujer, Pilar, a quien agradezco toda la comprensión que ha tenido conmigo, aceptando siempre tantos tiempos robados a la vida familiar por las bibliotecas.  Siempre he tenido la fortuna de apasionarme en todos los trabajos que he tenido, aunque me sé de memoria aquellos versos de León Felipe:

“Yo no sé muchas cosas es verdad.

Digo tan sólo lo que he visto.

Y he visto que la cuna del hombre la mecen con cuentos,

que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…

Yo sé muy pocas cosas, es verdad,

pero me han dormido con todos los cuentos…

y sé todos los cuentos”.



            Muchas veces fui crédulo, y creí con facilidad cuanto me decían. Y participé en proyectos que luego más tarde me desilusionaron. Pero para caminar hay que mancharse con polvo y lodo los zapatos. No hay nada peor que pararse y quedarse quieto, con cualquier pretexto. Yo siempre he preferido hacer camino andando, como enseñó Machado. Y he optado por combatir siempre en la defensa de mis ideas y mis convicciones, aunque no fuese políticamente correcto. He preferido ser ingenuo y buscar la verdad desde esa ingenuidad que atrincherarme en mis cuarteles de invierno por miedo al frío, a las consecuencias o al qué dirán. Aún hoy escucho cómo determinados políticos intentan engañarme y justificar su falta de decisión en determinadas políticas. Otra de las grandes escritoras que en este año 2017 recordamos especialmente, la poeta Gloria Fuertes, escribió en su Autobiografía estos versos:

“Luego me salió una oficina,

donde trabajo como si fuera tonta,

-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.”



            Pues sí, yo también a veces he sido un tonto útil, un ingenuo, que parece que se chupa el dedo para no estar denunciando públicamente a tanto cuentista de la política. Aunque la denuncia profética la he venido ejerciendo con convicción durante cuatro décadas.

            3) Soy hombre esperanzado.  Siempre he militado en la esperanza, y siempre he tenido una actitud esperanzada ante la evolución de la historia, de los acontecimientos. Aunque haya denunciado los problemas de las bibliotecas de nuestra región, como del conjunto del país, he mostrado una actitud de combate pero esperanzada y constructiva. Pero no he caído en la propaganda ni el autobombo, y aunque haya expuesto indicadores positivos siempre he apostado por la verdad como mejor camino para afrontar y resolver los problemas. Exponer los avances junto con los problemas, desde una óptica crítica, pero siempre con esperanza. Y cuando ha surgido el desánimo, cuando yo o mi equipo nos hemos sentido incomprendidos, atacados o marginados, incluso en esos momentos la esperanza ha resurgido, como un arco iris lleno de vida, como una alianza. Nos hemos puesto las pilas, hemos renovado nuestro compromiso con la sociedad en las bibliotecas y hemos proseguido el camino.

            4) Soy un pesado. ¡Exactamente llevo 39 años diciendo las mismas cosas! El primer artículo que escribí sobre bibliotecas fue hace 39 años y he seguido, en unos períodos con mayor o menor intensidad. También en muchos foros profesionales clamé por una Ley estatal de coordinación bibliotecaria, por la celebración de una conferencia sectorial sobre bibliotecas públicas, por una legislación que garantizase las bibliotecas como un derecho de todos los ciudadanos… Y así vengo proclamando mis ideas, desde una defensa que reconozco tiene cierto tono de misión. Y cuando me invitan a impartir una conferencia o a un congreso, insisto: tengo pocas cosas nuevas que contar pues   llevo repitiendo prácticamente cuatro décadas las mismas ideas.  Algunos, sobre todo los políticos con los que me ha tocado vivir en cada tiempo, aún se sorprenden de mi línea de defensa de las bibliotecas públicas. Tal vez leyeron los artículos que en cada momento fui publicando en los medios de comunicación pero no me han leído en las obras de conjunto que acogen mis ideas, artículos, conferencias, ponencias e investigaciones bibliotecarias. Y cada palabra que escribo piensan que es nueva y se dirige como un dardo a los responsables de las políticas bibliotecarias y culturales. Pero no es así: defiendo las cosas en las que creo, y las bibliotecas son una de mis prioridades vitales. Y seguiré siendo un pesado. Como escribió el genial Quevedo al Conde de Olivares:

No he de callar por más que con el dedo,

ya tocando la boca o ya la frente,

silencie avises o amenaces miedo.”



            5) Soy un cómplice. He trabajado siempre con la idea de complicidad. Cuando creé el Comité Permanente de apoyo a la Biblioteca Pública, todavía en la transición democrática, tuve que buscar y trabajar con cómplices. Fue una lucha fantástica, que llegó a Madrid, cuanto todavía el Ministerio de Cultura representaba el centralismo del Estado. Luego trabajé cerca de ocho años al lado de José María Barreda, y le escuchaba diariamente que había que trabajar en coalición con la sociedad. Durante mis 16 años al frente del Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas trabajé con complicidad con los profesionales y con las asociaciones, instituciones y Administraciones Públicas...Cuando eres funcionario público, muchas veces tienes la duda sobre a quién debes servir. ¿Cómo eres más fiel a los ciudadanos que pagan con sus impuestos tu sueldo, aceptando sin más decisiones que ves que claramente perjudican a la sociedad o buscando fórmulas de convergencia o de modificación de planteamientos? El problema es que mostrar la discrepancia tiene sus consecuencias, y siempre tienes que medir en el termómetro ético hasta dónde se puede llegar sin deslealtad a nadie. Mis artículos periodísticos, que reflejaron frecuentemente posiciones distintas a los responsables políticos, siempre los escribí siendo consciente de que tenía que ser fiel a mis principios y que, en la duda, debía optar por los ciudadanos y no por los políticos. Por ello fui decididamente cómplice de las asociaciones profesionales e incluso a veces diseñamos estrategias conjuntamente para buscar soluciones a los problemas. Creo que puedo decir abiertamente que soñamos juntos. En la Biblioteca de Castilla-La Mancha esa es la línea del trabajo que dirijo: trabajar con la gente, con los ciudadanos, con los colectivos, con profesores….en coalición con la sociedad.

 La complicidad tiene sus riesgos, pero estoy contento de haber seguido siempre a mi conciencia, aunque a veces ser cómplice te pueda haber convertido en un guerrillero. Pero ya sabéis, del ejército por la Paz y la Palabra, título con el  que definí a los profesionales bibliotecarios.



6) Soy un hombre creyente. Nunca he escondido mis creencias, mi fe, que es un regalo, un don de Dios.  Por ello mi último libro publicado antes del que hoy presento se titula Hijo de Dios y de la Iglesia. Y hace ya dos décadas que publiqué otro titulado Soy un hombre libre expresaba fundamentalmente mi libertad por ser hijo de Dios. Esto a mí me ha marcado para caminar con libertad en mis ocupaciones profesionales y para defender mis convicciones personales. La fe me ha ayudado siempre a caminar, con esperanza y verdad. Creo en Dios, que me gustaría fuese me pasión principal. Un Dios que es Amor y que ama a la humanidad en cada generación. Y con Él creo en Jesucristo, a quien descubrí cara a cara, enamorado de mí y de mi historia, a quien siento cercano cada día, que me ayuda a amar a los demás, que tienen también a Cristo aunque no le conozcan. Y amo a este Jesús, a este Dios que me ha hecho libre y que he descubierto en la Iglesia, una barca dispuesta a acoger a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo y a la que he sentido también siempre muy próxima.


7) Soy hombre agradecido. Hace unos días, en un programa de radio me preguntaban por las canciones de mi vida. Y hablé de Patxi Andian, del que me encantan canciones como “El maestro” o  “Rogelio”; también de Ricardo Cantalapiedra,  con canciones como: “En donde están los profetas”, siempre necesarios, también en nuestra época; también para denunciar las desigualdades que se dan en el ámbito de las bibliotecas. Serrat nos marcó a los de mi generación, y recordé su versión de poemas de Antonio Machado como “Españolito…Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Y Víctor Jara, del que aunque tengo siempre presente su “Te recuerdo Amanda”, me impactó mucho, y la sigo cantando, “A desalambrar”, una versión de la canción que había compuesto el uruguayo Daniel Viglietti. Y finalmente recordé una canción que es todo un símbolo: “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, que relata algunas de las razones por las que debemos dar cada día gracias sinceramente a la vida, como:

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con el las palabras que pienso y declaro…”



            Yo tengo muchas razones para dar gracias a la vida, para dar gracias a Dios, para dar gracias a mi familia, a las personas con las que vengo caminando como testigos de la fe en la Iglesia desde hace también cuarenta años, a mis compañeros en los sucesivos trabajos y singularmente con los que he compartido proyectos a favor de las bibliotecas públicas. GRACIAS a todos. Gratitud, agradecimiento, con todos los sinónimos que sea posible…Esto es lo que siente mi corazón en estos momentos hacia todos vosotros y otros muchos amigos que hoy no han podido acompañarme, pero sé que también han estado presentes. MUCHAS GRACIAS.

8) Soy atrevido. Voy  a terminar. Hablaba antes de las canciones de mi vida y omití deliberadamente al cantautor Paco Ibáñez. Todas sus canciones y recitales me gustan. Últimamente he recuperado uno de sus títulos: “La poesía es un arma cargada de futuro”, basada en un poema de Gabriel Celaya. Siempre me gustó especialmente la poesía social y este poema era de mis preferidos. Celaya reivindica la poesía como algo necesario en la vida de las personas, en el discurrir cotidiano de la gente. Y dice en el mismo poema:

“Poesía para el pobre, poesía necesaria

como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.”

Me van a permitir una licencia. Voy a transformar este alegato en un grito a favor de las bibliotecas públicas:

“Bibliotecas para todos,

bibliotecas necesarias
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
exijamos bibliotecas,

defendamos el derecho a las palabras.”



            Ya ven que en verdad soy un tanto atrevido.

            Muchas gracias.