miércoles, 26 de marzo de 2014

¿Se puede correr en una biblioteca?

¿Se puede correr en una biblioteca?


Esa es la pregunta que recorre la ciudad de Toledo. Y en la rueda de prensa de presentación de esta prueba,  con presencia de representantes de las distintas entidades convocantes, se vio que no sólo era posible sino que la prueba está empezando a llamar la atención de atletas de toda España. La Biblioteca de Castilla-La Mancha, siguiendo su estrategia de vincularse con todo tipo de entidades y sectores sociales, organiza el sábado 26 de abril, como culminación a la Semana del Libro, la I Subida y bajada a los torreones del Alcázar.  Incrementar la presencia pública de la biblioteca en la sociedad lleva a desarrollar eventos como esta carrera atlética en un marco tan impresionante como es el Alcázar de Toledo. Imitando la subida al Empire State de Nueva York o al edificio del Gran hotel Bali de Benidorm, en España, la Biblioteca de Castilla-La Mancha intenta atraer a nuevos usuarios y que se conozcan sus instalaciones y servicios mediante una prueba de atletismo un tanto especial. Si en esas dos carreras verticales clásicas siempre hay que subir, en la carrera del Alcázar habrá que subir 173 peldaños, bajar 197 escalones (en total 370) y además “llanear” por el interior de la Biblioteca. Un sábado, el día que más usuarios acceden al centro, los atletas atravesarán el corazón de sus instalaciones en parejas de todas las edades (siempre mayores de 14 años) y buscarán en el crono la gloria de ser los primeros en establecer el record de esta  prueba. Los expertos dicen que los mejores harán el recorrido de los 900 metros de carrera y los 370 escalones en unos 4 minutos. Y cada año nuevos atletas intentarán batir el record que se establezca este año y romper los ritmos cotidianos de una biblioteca pública que en lugar de estar “a pie de calle” tuvo que instalarse “a pie de cielo”, el cielo de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, desde el que se contempla toda la impresionante ciudad de Toledo.
Esto ocurrirá en la mañana del día 26 de abril. Y en la tarde, el binomio cultura-deporte, atletismo-libros, se desplazará al entorno del Padre Tajo, el río que abraza la ciudad de Toledo. Será la II carrera solidaria del Libro, en el entorno de la senda ecológica del río Tajo, Si la prueba de la mañana se destina sobre todo a los atletas de alto rendimiento, la prueba vespertina es para todos los públicos y categorías, y es continuación de la experiencia iniciada en 2013 por la Librería Taiga.
Este año, en un mismo evento solidario, se unen fuerzas y se inician experiencias nuevas, como es la carrera del Alcázar. Junto a la Librería Taiga y la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que sellaron su alianza para impulsar estas iniciativas hace meses, se han incorporado al proyecto el . Museo del Ejército -la otra gran institución cultural que tiene su sede en el Alcázar-; el Patronato Deportivo Municipal del Ayuntamiento de Toledo; el Club de Atletismo Toledo y  la empresa Anticiclón, que coordinará técnicamente ambas pruebas deportivas. Además participan otras muchas entidades y empresas que colaboran en distintos aspectos, como SOLISS, que financia gratuitamente  la cobertura aseguradora;  Cruz Roja, para el capítulo de asistencia sanitaria; y la Dirección General de Deportes del Gobierno Regional. En suma un gran ramillete de instituciones, entidades, colectivos socioculturales, medios de comunicación y empresas que, con su unión y esfuerzo colectivo, harán posible que dentro de un mes se pueda correr en la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Estamos ante una imagen necesaria, de trabajan juntos, de soñar juntos, de buscar retos juntos, sin importar colores políticos ni ámbitos propios de actuación. La sociedad necesita iniciativas como ésta para mantener la esperanza en hacer propuestas y buscar soluciones en tantos ámbitos de nuestra vida cotidiana que precisan un esfuerzo colectivo y una implicación que debe ser cada vez más creciente de la sociedad civil. Ahora es la unión de deporte y cultura; otras veces es la solidaridad la que se vincula con el trabajo cultural; en otros programas son los jóvenes los destinatarios principales de nuestras iniciativas. Lo importante, creo, es que todos los ciudadanos sientan a esta Biblioteca como su propia casa y acudan a utilizar sus instalaciones, servicios y programas culturales de una manera natural.
El edificio del Alcázar es un lugar ideal para potenciar este binomio de cultura y deporte. Y todas las actividades que realicemos para desarrollar propuestas culturales que vinculen este servicio público con los ciudadanos nos parecen pocos para que esta Biblioteca constituya un faro de esperanza, un lugar cotidiano de encuentros y debate, un ejemplo de convivencia, la puerta democrática para acceder a la información, el conocimiento y la cultura. Toda la información en
Así que, ya saben, es cierto que se puede correr en una Biblioteca. Pero sólo podrán hacerlo los primeros 400 atletas que deseen participar en esta nueva experiencia bibliotecaria y deportiva.


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