lunes, 2 de marzo de 2015

Decálogo para el mecenazgo en bibliotecas públicas

Decálogo para el mecenazgo  en  bibliotecas públicas

En el VII Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas, celebrado en Badajoz en noviembre de 2014, presenté mi comunicación “Cofinanciación y mecenazgo en la Biblioteca de Castilla-La Mancha”, que había sido seleccionada para su presentación pública en las sesiones del Congreso por el Comité Científico.  Aunque este texto estará publicado en las Actas de dicho encuentro, comparto con los lectores de ANAQUEL el decálogo de recomendaciones para los profesionales de bibliotecas públicas. Aunque la comunicación se refiera a la Biblioteca de Castilla-La Mancha, entendemos que la experiencia que estamos desarrollando en la BCLM, con las diferencias lógicas que tal vez marcan el propio edificio de nuestra sede y las circunstancias socioculturales, demográficas y de otro orden, puede ser desarrollada en la mayoría de bibliotecas públicas. No es momento ahora de escribir un tratado sobre el mecenazgo y la cofinanciación en las bibliotecas, pero sí podemos enunciar un decálogo de propuestas, a modo de recomendaciones básicas:
            1º) Que el Plan Estratégico de la biblioteca incluya entre sus objetivos la búsqueda de recursos externos, especialmente para el programa de actividades culturales.
            2º) Diseñar un plan integral de comunicación que potencie la presencia pública de la Biblioteca en la sociedad en la que se inserta y a la que sirve.
            3º) Total coordinación con los responsables institucionales de la Administración titular de la Biblioteca. Informes, reuniones, propuestas de convenios y acuerdos, información sobre convocatorias de eventos o actividades cotidianas de la biblioteca… Es fundamental esta relación para garantizar la implicación política en el proyecto de la biblioteca.
            4º) Elaboración de proyectos para presentarlos a fundaciones, empresas y otras entidades, a fin de conseguir su participación y financiación.
            5º) Elaborar un plan integral de participación de la sociedad civil en la programación de la biblioteca: centros docentes, editores, colectivos y entidades culturales, asociaciones vecinales, clubes deportivos, museos…
            6º) Apoyo a la formación y desarrollo de una Asociación de Amigos de la Biblioteca.
            7º) Coordinación con responsables sectoriales de las distintas Administraciones Públicas (Autonómica, Provincial y Municipal) para conseguir su participación en proyectos de la biblioteca y difundir más adecuadamente las iniciativas que se pongan en marcha (proyectos solidarios, para jóvenes, para la Tercera Edad…). Aunque de distinta titularidad, parece esencial el contacto y coordinación con otras bibliotecas públicas de la localidad (en el caso de la BCLM con las municipales),  con las escolares e incluso con bibliotecas especializadas y universitarias.
            8º) Tener las “antenas” bien atentas a posibles vías de colaboración que surjan de convocatorias públicas (de la Unión Europea;  del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, y de otros organismos). Presentar proyectos directamente o a través del departamento institucionalmente responsable es esencial para conseguir recursos y para mostrar la seguridad de la biblioteca en la vía de la cofinanciación y trabajo conjunto con otras entidades.
            9º) Contacto permanente con los creadores de todos los ámbitos: escritores, músicos, historiadores, filósofos, geógrafos… Invitarles a dar conferencias, a participar en debates públicos, en mesas redondas… situará a la biblioteca como espacio de reflexión y debate, como núcleo básico de convivencia, como lugar de propuestas ciudadanas, como centro de integración social, cultural y educativa.
            10º) Ser autocríticos. No conformarse con tener la biblioteca llena de ciudadanos, repleta de actividades, presente en los medios de comunicación… Hay muchos ciudadanos que no han descubierto todavía el valor de la biblioteca pública y nuestro interés tiene que estar dirigido a ellos. “Pescar en pecera”, es decir, trabajar con los usuarios habituales es fácil; pero hay que ir más allá: “Pescar en mar adentro”, buscar a nuevos usuarios entre los sectores que tradicionalmente no han descubierto los servicios que prestamos. Hay miles de ciudadanos que esperan que les echemos las redes…O tal vez no, pero nuestra responsabilidad es intentar atraerles a la biblioteca.
           

Todavía no están publicadas todas las intervenciones del VII Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas. Pero en el siguiente enlace está el video que recoge mi intervención en el Congreso:  https://www.youtube.com/watch?v=f9z3MoTjk2A

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