martes, 24 de abril de 2007

Día del Libro y decálogo de propuestas para las Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha




Día del Libro y decálogo de propuestas para las  Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha*

Cada año, por estas fechas, muchas plazas y calles se llenan de libros y los medios de comunicación recogen bellas palabras sobre la lectura, los libros y las bibliotecas. Y es un ritual que hay que seguir cumpliendo, aunque sepamos que Días del Libro deben ser los 365 del año, y dediquemos el 23 de abril a celebrar su fiesta.
Pero este año tiene algo de especial. Se celebra prácticamente a un mes vista de la cita electoral. Ya los partidos políticos van desgranando algunas de sus propuestas-estrellas, se celebran actos con colectivos sociales e imagino que los partidos terminan de pulir los programas electorales que mostrarán como compromiso con los ciudadanos, tanto para las elecciones autonómicas como para los municipios de Castilla-La Mancha.
En los últimos años Castilla-La Mancha ha sido un referente para el conjunto del país en materia de bibliotecas públicas, y sería bueno que quienes tienen actualmente responsabilidades políticas supiesen que la sociedad castellano-manchega no va a conformarse con el pasado: los bibliotecarios siempre fueron un colectivo dinámico, implicado socialmente y exigente con los dirigentes públicos. E imagino que van a pedir cuentas a quien genere incumplimientos y desesperanzas.
Insisto en ideas que he repetido hasta la saciedad: crear o mejorar bibliotecas es el mejor instrumento para democratizar el acceso a la lectura y la información. Pero como todo servicio público exige importantes recursos financieros, humanos y técnicos es  más complejo desarrollar servicios bibliotecarios estables que organizar actividades de animación. Por ello hay políticos que en lugar de comprometerse a realizar políticas bibliotecarias planificadas y progresistas, prefiere iniciativas mediáticas.
Como ha ocurrido en anteriores citas electorales, no abundan las palabras dedicadas a las bibliotecas. Es más, hasta el momento no he escuchado a ningún político castellano-manchego una propuesta para las bibliotecas. Tal vez constituya el secreto mejor guardado y algún día los medios de comunicación nos sorprendan gratamente. Si me lo permiten, este año, como ciudadano amante de los libros y las bibliotecas, no voy a hacer el Elogio de la biblioteca pública sino algo más prosaico: enumerar algunas propuestas que prestaré, gratuitamente y sin percibir canon alguno, al partido que esté dispuesto a asumirlas. La mayoría de estas iniciativas forman parte de planes que, tal vez por no estar en los programas electorales de ningún partido, fueron incumplidos o abandonados por responsables culturales que optaron por los fuegos de artificio más que por continuar la consolidación de la Red de Bibliotecas Publicas de Castilla-La Mancha.

  
1. Desarrollo de un Pacto Regional por la Lectura y las Bibliotecas. Esta propuesta debe resumir la filosofía de trabajo público por las bibliotecas y la lectura en la región,   con la participación de todas las instituciones políticas, sociales, educativas y culturales, así como los sectores profesionales (bibliotecarios, editores, libreros,...) y las asociaciones de  madres y padres, las federaciones de alumnos y del resto de organizaciones implicadas en el fomento de la lectura. Desde ese Pacto deberían abordarse las medidas que enuncio a continuación, y otras muchas que durante los últimos años hemos defendido buena parte de los bibliotecarios de Castilla-La Mancha.
2. La universalización de los servicios bibliotecarios para el conjunto de municipios y población de la región. Desde mediados de los años noventa se luchó por este  objetivo, que fue asumido políticamente. Pero esta utopía puede convertirse en realidad, y para ello  la inclusión de este objetivo en los programas electorales sería la mejor forma de tener la certeza de que se aborde desde las instituciones un plan que realmente permita un reto que sólo Castilla-La Mancha ha planteado en España.  Según el Censo de Bibliotecas de 2005, todavía 366 municipios (un 40% del total) no tienen acceso alguno a servicios bibliotecarios.

3. Plan de Bibliotecas Móviles. Es preciso completar la flota de bibliobuses para asegurar poder dar cobertura a toda la región. Dado que la mayoría de los municipios sin servicio son localidades de población inferior a 400 habitantes, la solución pasa por bibliotecas móviles que lleguen semanalmente a esos municipios.  Las carencias son especialmente graves en las provincias de Cuenca y Guadalajara, donde los servicios bibliotecarios sólo llegan  al 92%  y al 86% de la población, respectivamente.


4. Plan de redes urbanas de bibliotecas en municipios con población superior a 25.000 habitantes. Pocas ciudades y localidades de la región cuentan con una red bibliotecaria que ofrezca servicio cercano, continuado y de calidad a sus distintos barrios. Frente al desarrollo de Albacete, es lamentable que la ciudad de Guadalajara siga sin abrir una biblioteca pública municipal y sólo cuente con la biblioteca pública del Estado. Y ciudades como Talavera de la Reina o Toledo tienen aún graves déficits para garantizar el servicio bibliotecario a todos los barrios. En la capital regional zonas como  Santa Teresa o Antequeruela-Covachuelas necesitan una Biblioteca; Santa María de Benquerencia no puede seguir sólo con los actuales servicios y en urbanizaciones como Valparaíso nadie habla de bibliotecas… Estos servicios no pueden ser exclusivamente responsabilidad municipal. Desde otras administraciones hay que diseñar estrategias que permitan a los municipios apostar por estos servicios públicos.
5. Plan Regional de Infraestructuras Bibliotecarias. Es básico para abordar las graves carencias de espacio, la modernización de los edificios y la apertura de nuevas bibliotecas. Según el  citado Censo de Bibliotecas un 45% de las bibliotecas tienen una superficie inferior a los 100 m² y un 40% oscila entre los 100 y los 249 m². Y lo peor es que los datos están estancados, por la carencia de planes. Si comparásemos los metros cuadrados nuevos o las bibliotecas construidas con otro tipo de servicios públicos, como centros de salud o centros docentes, veríamos cómo las bibliotecas no han constituido últimamente una prioridad en la región.
6. Una nueva Ley de Bibliotecas de Castilla-La Mancha. Tampoco este clásico compromiso figuró nunca en los programas electorales autonómicos, aunque en el parlamento regional sí están recogidas las palabras de políticos que prometieron esta ley. Es urgente para delimitar con claridad las competencias y financiación de las distintas Administraciones Públicas y desarrollar la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha con parámetros de calidad y servicio público adecuados al siglo XXI.
7. Plan de recursos humanos de las Bibliotecas Públicas Municipales.. Castilla-La Mancha ha afrontado el problema histórico de los bibliotecarios municipales, y se ha comenzado a resolver su situación, ahora más digna. Pero es preciso poner en marcha nuevas medidas que garanticen la consolidación y normalización de estos puestos de trabajo, verdaderos mediadores sociales. Para ello, la Junta debe asumir la cofinanciación permanente de los bibliotecarios municipales de localidades con población inferior a 3.000 habitantes. Y hay que proseguir, mediante ayudas por tiempo limitado, la transformación de los contratos hacia jornadas completas y categorías de técnicos, más acordes con el trabajo especializado que realizan.
  8. Puesta en marcha del Catálogo Colectivo de la Red. Tampoco esta propuesta fue recogida en ningún Programa Electoral, aunque sí en planes de bibliotecas y convocatorias.  Ya no admite demoras este proyecto, y no abordarlo significa que nuestra Región  se aleja de las regiones más avanzadas en políticas bibliotecarias.  
9. Aprobación de Pautas para Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha, unos estándares que determinen los niveles de servicio que han de cumplir las bibliotecas de la región en cuanto a colecciones, espacios, horarios de apertura, personal, etc.
10. Desarrollo  de la Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha. Vivimos tiempos en los que, aunque existen sectores sociales sin acceso a la información y la lectura pública, cada vez más se ponen a disposición de la sociedad bibliotecas virtuales o digitales a cuyos fondos se puede acceder libremente a través de las redes de comunicación. Castilla-La Mancha tiene unos espléndidos tesoros bibliográficos y unas fuentes bibliográficas que muestran la riqueza humana, cultural, espiritual y artística de esta Comunidad Autónoma. Sin embargo, aunque se diseñaron y prometieron iniciativas que ayuden a difundir Castilla-La Mancha, como en otros casos los proyectos están paralizados. Que los partidos políticos presenten compromisos electorales en este ámbito es una indudable necesidad.
            En definitiva, sigo defendiendo que la mejor celebración cotidiana del Día del Libro sería la consolidación de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha, con medidas como las enumeradas y que permitirían  unas políticas bibliotecarias que  otorgaron a nuestra Región un liderazgo ideológico en este ámbito en España. Pero, para esto, es la hora de los partidos políticos: tienen en sus manos comprometerse con la sociedad regional para que la Sociedad de la Información y del Conocimiento pueda llegar democráticamente a todos los sectores sociales a través de un servicio público esencial: la biblioteca pública. Los partidos políticos tienen la palabra.







* Artículo de opinión, publicado en los siguientes medios:
El Digital de Castilla-La Mancha.  Nº 450 (25-04-2007) http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulos.asp?idarticulo=14134
Noticias Toledo. Nº 22 (27-04-2007). Pág. 2.  http://www.noticiastoledo.com/semanal/upload/22/opinion.pdf
Noticias Digital. (27-04-2007)  
El Bibliotecario conquense.  Espacio de encuentro de la Asociación de Bibliotecarios de Cuenca (26-4-2007)




























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