domingo, 2 de diciembre de 2012

Entrevista en ABC: "Leer nos hace libres y críticos"

TOLEDO

«Leer nos hace libres y críticos»

Día 02/12/2012 - 22.02h

Entrevista a Juan Sánchez, nuevo director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha


LUNA REVENGA
Juan Sánchez Sánchez, delante de la Biblioteca Regional 
Rodeado toda su vida de libros, Juan Sánchez Sánchez (Toledo, 1952) es el nuevo director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
¿Se considera un ratón de biblioteca?
—Yo he sido un usuario de bibliotecas. Desde muy joven utilicé la biblioteca pública de Toledo en El Miradero, luego tuve la satisfacción de trabajar en ella, de hacer el proyecto de la Biblioteca Regional en el Alcázar y de haber diseñado algunas de las políticas bibliotecarias puestas en marcha en esta región durante muchos años en colaboración con mucha gente, con el gobierno regional, con los bibliotecarios,... No sé si eso es un ratón de biblioteca. Yo soy un enamorado de las bibliotecas.
Con el PSOE en la Junta de Comunidades usted ocupó cargos importantes y ahora con el PP llega a la dirección de la Biblioteca Regional. Hay que tener amigos hasta en el infierno, ¿verdad?
—Yo soy un profesional y, además, un enamorado de la administración pública. Nunca he militado en ningún partido político, nunca, y he colaborado con distintos partidos políticos en momentos que me han pedido opiniones, sugerencias,... Efectivamente, durante muchos años fui director del gabinete de José María Barreda como consejero de Educación y Cultura, de Relaciones Institucionales, de vicepresidente... Fue una etapa muy bonita, muy creativa. Pero a veces he sido muy crítico con lo que no comparto, por ejemplo, del Partido Socialista. Yo siempre me he preciado de trabajar en equipo y de decir siempre a mis superiores, a los responsables políticos, lo que pensaba. Esa creo que es la lealtad, decir lo que se piensa. Si la propuesta me viene ahora por parte de un gobierno del PP, yo me debo a los ciudadanos e intentaré contribuir a la sociedad, sin que esto suponga una identificación política, como antes tampoco supuso.
Va a tener que echarle imaginación para superar los recortes en el presupuesto de la Biblioteca Regional. ¿Tiene algún as bajo la manga?
—Voy a tener sobre todo que trabajar. La Biblioteca Regional tiene unas grandes fortalezas. Una de ellas es la propia colección, una de las mejores colecciones bibliotecarias del país, de fondo antiguo y de fondo moderno. Otra de las grandes fortalezas son los profesionales que tiene. A pesar de los recortes y de que algunos puestos se han suprimido, es una plantilla de lujo, compuesta por unos profesionales que lo que quieren es trabajar y lo que necesitan es estar motivados. ¿Voy a necesitar recursos? Sí, estamos en una época de escasez de recursos, pero las bibliotecas nunca han tenido demasiados recursos. Lo digo por experiencia. No digo que no hagan falta recursos para las bibliotecas, digo que a veces con menos recursos que en otras regiones se ha hecho mucho en Castilla-La Mancha. Tenemos una red de bibliotecas que ha sido envidia y modelo para otras regiones. No tengo ningún as bajo la manga, soy consciente de las dificultades que tengo. He aceptado el cargo porque creo que puedo contribuir en tiempos de crisis, con un buen equipo, a que esta biblioteca siga siendo un referente y un gran servicio público para la región.
Defensor empedernido de la biblioteca pública, ¿ha pensado alguna vez en su privatización?
—No, no, no. No creo que se dé ese escenario. La biblioteca pública es donde se democratiza el acceso de todos los ciudadanos a la información, a la cultura, a la educación permanente. Otra cosa es que haya servicios, como hace desde muchos años, que sean realizados por empresas privadas en lugar de empleados públicos o personal laboral, como la limpieza o la vigilancia. Pero esto no elimina el perfil de un servicio público.
¿Qué opina de los recortes en Educación?
—Todos los recortes son dolorosos porque afectan a las personas al final. No soy economista, pero lo que sí he visto como empleado público es que en las cuentas de las admistraciones públicas los ingresos están por debajo de los gastos. Entonces al final, por mucha prioridad que se dé, realmente no hay recursos. Los recortes son dolorosos para todos, pero creo que los gobiernos y las administraciones públicas intentan hacer lo imposible para que el deterioro no sea muy grande. Esto nos va a llevar también a establecer prioridades. Cuando oigo el gasto que hay en Sanidad o en Educación, me acuerdo de que el gasto medio en bibliotecas por habitante en España es de 10 euros al año. Con los recortes hay que tener mucho cuidado, porque nos podemos cargar, sobre todo en bibliotecas pequeñas, los servicios que se han puesto en marcha con muchísimo esfuerzo. Los recortes nunca deben impedir el funcionamiento de los servicios públicos. Estamos pasando por un bache, no se pueden comprar todos los libros que se quieren ni hacer todas las actividades, y esto nos va a obligar a contar mucho con la sociedad civil y movimientos culturales porque todo no se puede pagar.
Hablando de dinero, sin paga extraordinaria de Navidad como funcionario, imagino que no regalará muchos libros en el día de los Reyes Magos.
—Tengo cuatro hijos y el otro día les decía que este año la carta a los Reyes Magos tendrá que ser mucho más austera. Espero que la gente gaste el dinero de una forma menos compulsiva y en aquello que realmente le pueda hacer más bien. Espero que los libros sigan estando presente en las casas, aunque a mis hijos siempre les digo que vayan a la biblioteca para hacer trabajos porque allí cuentan con un gran material.
¿Qué obras le gustaría tener en la biblioteca regional?
—Hay un sector al que me gustaría llegar especialmente, los jóvenes a partir de los 14 años, una edad crítica en la que muchas veces se deja de leer. Entonces, en la biblioteca debemos tener aquella literatura que a los jóvenes enganche. Los bibliotecarios somos mediadores de la información, no tenemos que obligar a nadie a leer nada determinado, pero sí podemos ayudar a la gente a que pase poco a poco de una lectura de evasión a una literatura más de formación, de compresión, de pensar, porque leer nos hace libres, nos convierte en ciudadanos críticos y así defender aquellas cosas en las que creemos. Por eso, una de mis prioridades será que haya clubes de lectura de jóvenes.

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