Día Internacional del Libro Infantil*
Una fecha: 3 de abril. Dia Internacional del Libro Infantil. El
mismo título de este día ya indica unos claros fines comerciales. En ese día,
los escaparates rebosarán de libros infantiles, las editoriales lanzarán al
mercado algún libro especial para la infancia, quizá las bibliotecas hagan en
sus sedes algún acto difusor de la lectura entre los niños. Pero ¿a qué niños
llegará esto? Seguramente a pocos. En la Biblioteca Pública de Toledo se abrió
recientemente el préstamo infantil. Pero ¿y los niños de los pueblos?
Generalmente sólo disponen de un TV deformante, pero... libros... Muchos de esos niños sólo conocen los de “texto”, a no
ser que sean de los afortunados que durante varios años gozaron de los que
quincenalmente les dejaban los bibliobuses.
En
efecto, en nuestra provincia se inició hace 4 años algo nuevo (antes sólo hubo
en diversos barrios de las grandes capitales del país), un medio de que en el
pueblo se enraizase la cultura, a través en este caso del libro. Iba destinado
a pequeños y a mayores, a los que ya eran lectores
y a los que apenas sabían leer. Allá donde no existía una biblioteca
pública (casi 200 de los pueblos de la provincia), allí llegaron estos
vehículos cargados de libros y de esperanzas que eran los bibliobuses. El
sistema empezaba a dar sus frutos. Pero un día todo quedó parado. Los niños
empezaron a esperar en vano la llegada de nuevos libros, de nuevo alimento para
saciar el hambre de esa necesidad ahora descubierta: leer. En los organismos oficiales competentes se recibieron muchas
cartas solicitando que volvieran, que no mataran esta esperanza que había nacido
en tanto lector. Fundamentalmente en tanto niño. Pero fue inútil.
No es
momento ahora de comentar la situación de verdadera penuria que padecen los
pueblos toledanos. Pero sí quiero pedir, yo adulto, en nombre de todos los
niños que conocí, casi me atrevo a pedirlo en nombre de todos los de la
provincia, que se haga justicia con ellos. La difusión de la lectura es hoy
imprescindible en nuestro pueblo para lograr una sociedad no sólo más
democrática, sino también más justa y más humana. Una sociedad en la que cada
persona sea capaz de pensar y decidir por sí misma. Una persona que no se deje
manipular por nada ni por nadie. En el adulto
empezar de nuevo es más difícil. Es en el niño donde debemos comenzar
esta tarea. Es el niño de hoy el que será protagonista de la historia de
nuestro pueblo mañana. Sabemos también que los medios económicos mandan. Pero
en este caso, esto no es tan importante: el Ministerio hizo en su día el gran
desembolso que supuso la compra de 4 bibliobuses totalmente equipados y muchos
miles de libros.
Yo
fui uno de los que tuvo la gran suerte de llevar la esperanza en forma de libro
a tanta gente de nuestros entrañables pueblos de La Mancha, La Sagra, Los
Montes, ... Y, en la profunda convivencia que mantuve con esas personas, vi que
en ellos había en principio mucha desconfianza. Que el pueblo estaba harto de
promesas. Ahora, sobre todo los niños, han perdido la ocasión de seguir algo
muy parecido a una formación integral, y son de nuevo desconfiados. Se creen
conejillos de indias de una experiencia que era hermosa.
Hoy,
en estos tiempos de transición hacia una nueva (¿?) sociedad, en estos momentos
en lo que el partido gubernamental se plantea y habla de una política cultural
coherente, en estos meses en los que tanto político tratará de ganarse con
promesas a la gente pensando en un voto para las futuras municipales, hoy, Dia Internacional del Libro Infantil,
tengo que pedir a las autoridades provinciales que esos bibliobuses vuelvan a
los pueblos toledanos. Que de nuevo el libro se ponga alegre de poder servir a
su amigo lector. Tengo que recordarles a nuestras autoridades que un libro que
está en un estante no sirve para nada. Y no es justo que algo que se ha
comprado con el dinero y el esfuerzo de todos los ciudadanos-contribuyentes del
pueblo español no se utilice.
Hoy,
3 de abril, tengo que exigir a esas autoridades que se den cuenta de que no
sólo es el momento de hacerse planteamientos y de filosofar acerca del concepto
de Cultura. Aunque esto fuese importante, es ineludible ir simultaneando las
promesas con los hechos, Y en nuestra provincia –que es paradójicamente de las
que más carecen de tantas cosas- hay unos medios que deben ser utilizados de
inmediato. En esta fecha, es preciso que no sólo se vendan libros. Es absolutamente
necesario que nuestra provincia prosiga el camino de cultura popular que hace
más de un año quedó truncado. Hoy, el mejor regalo que los mayores podemos
hacer a todos los niños de nuestra provincia (y en general a todos sus
ciudadanos, y consiguientemente, a la provincia misma) es que los bibliobuses
se pongan nuevamente en camino.
Y
esto, por lo menos, para que todos los que conocemos cómo es realmente la vida
de nuestros pueblos, podamos ser un poco menos escépticos ante tanta palabra
incumplida.
* Escrito para La Voz del Tajo el 31-3-1978. Inédito. Se envió a este medio,
entonces semanario, como “una carta abierta a nuestras autoridades”, pero no
fue publicado. Fue recogido en el libro Combates por la biblioteca pública, págs.209-210.
No hay comentarios:
Publicar un comentario