Día del Libro y decálogo de propuestas para las Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha*
Cada año, por estas fechas,
muchas plazas y calles se llenan de libros y los medios de comunicación recogen
bellas palabras sobre la lectura, los libros y las bibliotecas. Y es un ritual
que hay que seguir cumpliendo, aunque sepamos que Días del Libro deben ser los
365 del año, y dediquemos el 23 de abril a celebrar su fiesta.
Pero este año tiene algo de
especial. Se celebra prácticamente a un mes vista de la cita electoral. Ya los
partidos políticos van desgranando algunas de sus propuestas-estrellas, se
celebran actos con colectivos sociales e imagino que los partidos terminan de
pulir los programas electorales que mostrarán como compromiso con los
ciudadanos, tanto para las elecciones autonómicas como para los municipios de
Castilla-La Mancha.
En los últimos años Castilla-La
Mancha ha sido un referente para el conjunto del país en materia de bibliotecas
públicas, y sería bueno que quienes tienen actualmente responsabilidades
políticas supiesen que la sociedad castellano-manchega no va a conformarse con
el pasado: los bibliotecarios siempre fueron un colectivo dinámico, implicado
socialmente y exigente con los dirigentes públicos. E imagino que van a pedir
cuentas a quien genere incumplimientos y desesperanzas.
Insisto en ideas que he
repetido hasta la saciedad: crear o mejorar bibliotecas es el mejor instrumento
para democratizar el acceso a la lectura y la información. Pero como todo
servicio público exige importantes recursos financieros, humanos y técnicos
es más complejo desarrollar servicios
bibliotecarios estables que organizar actividades de animación. Por ello hay
políticos que en lugar de comprometerse a realizar políticas bibliotecarias
planificadas y progresistas, prefiere iniciativas mediáticas.
Como ha ocurrido en anteriores
citas electorales, no abundan las palabras dedicadas a las bibliotecas. Es más,
hasta el momento no he escuchado a ningún político castellano-manchego una
propuesta para las bibliotecas. Tal vez constituya el secreto mejor guardado y
algún día los medios de comunicación nos sorprendan gratamente. Si me lo
permiten, este año, como ciudadano amante de los libros y las bibliotecas, no
voy a hacer el Elogio de la biblioteca pública sino algo más prosaico: enumerar algunas propuestas que prestaré,
gratuitamente y sin percibir canon
alguno, al partido que esté dispuesto a asumirlas. La mayoría de estas
iniciativas forman parte de planes que, tal vez por no estar en los programas
electorales de ningún partido, fueron incumplidos o abandonados por
responsables culturales que optaron por los fuegos de artificio más que por
continuar la consolidación de la
Red de Bibliotecas Publicas de Castilla-La Mancha.
1. Desarrollo de un Pacto
Regional por la Lectura
y las Bibliotecas. Esta
propuesta debe resumir la filosofía de trabajo público por las bibliotecas y la
lectura en la región, con la participación de todas las
instituciones políticas, sociales, educativas y culturales, así como los
sectores profesionales (bibliotecarios, editores, libreros,...) y las
asociaciones de madres y padres, las
federaciones de alumnos y del resto de organizaciones implicadas en el fomento
de la lectura. Desde ese Pacto deberían
abordarse las medidas que enuncio a continuación, y otras muchas que durante
los últimos años hemos defendido buena parte de los bibliotecarios de
Castilla-La Mancha.
2. La universalización de los
servicios bibliotecarios para el conjunto de municipios y población de la
región. Desde mediados de los años noventa se luchó por este objetivo, que fue asumido políticamente. Pero
esta utopía puede convertirse en realidad, y para ello la inclusión de este objetivo en los
programas electorales sería la mejor forma de tener la certeza de que se aborde
desde las instituciones un plan que realmente permita un reto que sólo
Castilla-La Mancha ha planteado en España.
Según el Censo de Bibliotecas de 2005, todavía 366 municipios (un 40%
del total) no tienen acceso alguno a servicios bibliotecarios.
3. Plan de Bibliotecas Móviles. Es preciso completar la flota de bibliobuses para asegurar poder dar cobertura a toda la región. Dado que la mayoría de los municipios sin servicio son localidades de población inferior a 400 habitantes, la solución pasa por bibliotecas móviles que lleguen semanalmente a esos municipios. Las carencias son especialmente graves en las provincias de Cuenca y Guadalajara, donde los servicios bibliotecarios sólo llegan al 92% y al 86% de la población, respectivamente.
4. Plan de redes urbanas de bibliotecas en
municipios con población superior a 25.000 habitantes. Pocas ciudades y
localidades de la región cuentan con una red bibliotecaria que ofrezca servicio
cercano, continuado y de calidad a sus distintos barrios. Frente al desarrollo
de Albacete, es lamentable que la ciudad de Guadalajara siga sin abrir una
biblioteca pública municipal y sólo cuente con la biblioteca pública del
Estado. Y ciudades como Talavera de la
Reina o Toledo tienen aún graves déficits para garantizar el
servicio bibliotecario a todos los barrios. En la capital regional zonas
como Santa Teresa o
Antequeruela-Covachuelas necesitan una Biblioteca; Santa María de Benquerencia
no puede seguir sólo con los actuales servicios y en urbanizaciones como
Valparaíso nadie habla de bibliotecas… Estos servicios no pueden ser
exclusivamente responsabilidad municipal. Desde otras administraciones hay que
diseñar estrategias que permitan a los municipios apostar por estos servicios
públicos.
5.
Plan Regional de Infraestructuras Bibliotecarias. Es básico para abordar las graves carencias de espacio, la
modernización de los edificios y la apertura de nuevas bibliotecas. Según
el citado Censo de Bibliotecas un 45% de
las bibliotecas tienen una superficie inferior a los 100 m² y un 40% oscila entre
los 100 y los 249 m².
Y lo peor es que los datos están estancados, por la carencia de planes. Si
comparásemos los metros cuadrados nuevos o las bibliotecas construidas con otro
tipo de servicios públicos, como centros de salud o centros docentes, veríamos
cómo las bibliotecas no han constituido últimamente una prioridad en la región.
6. Una nueva Ley de Bibliotecas de
Castilla-La Mancha. Tampoco
este clásico compromiso figuró nunca en los programas electorales autonómicos,
aunque en el parlamento regional sí están recogidas las palabras de políticos
que prometieron esta ley. Es urgente para delimitar con claridad las
competencias y financiación de las distintas Administraciones Públicas y
desarrollar la Red
de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha con parámetros de calidad y
servicio público adecuados al siglo XXI.
7. Plan de recursos humanos de
las Bibliotecas Públicas Municipales.. Castilla-La Mancha ha afrontado
el problema histórico de los bibliotecarios municipales, y se ha comenzado a
resolver su situación, ahora más digna. Pero es preciso poner en marcha nuevas
medidas que garanticen la consolidación y normalización de estos puestos de
trabajo, verdaderos mediadores sociales. Para ello, la Junta debe asumir la
cofinanciación permanente de los bibliotecarios municipales de localidades con
población inferior a 3.000 habitantes. Y hay que proseguir, mediante ayudas por
tiempo limitado, la transformación de los contratos hacia jornadas completas y
categorías de técnicos, más acordes con el trabajo especializado que realizan.
8. Puesta
en marcha del Catálogo Colectivo de la Red. Tampoco esta propuesta fue recogida en
ningún Programa Electoral, aunque sí en planes de bibliotecas y
convocatorias. Ya no admite demoras este
proyecto, y no abordarlo significa que nuestra Región se aleja de las regiones más avanzadas en
políticas bibliotecarias.
9. Aprobación de Pautas para
Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha, unos
estándares que determinen los niveles de servicio que han de cumplir las
bibliotecas de la región en cuanto a colecciones, espacios, horarios de
apertura, personal, etc.
10. Desarrollo de la Biblioteca Digital
de Castilla-La Mancha. Vivimos tiempos en los que, aunque existen
sectores sociales sin acceso a la información y la lectura pública, cada vez
más se ponen a disposición de la sociedad bibliotecas virtuales o digitales a
cuyos fondos se puede acceder libremente a través de las redes de comunicación.
Castilla-La Mancha tiene unos espléndidos tesoros bibliográficos y unas fuentes
bibliográficas que muestran la riqueza humana, cultural, espiritual y artística
de esta Comunidad Autónoma. Sin embargo, aunque se diseñaron y prometieron
iniciativas que ayuden a difundir Castilla-La Mancha, como en otros casos los
proyectos están paralizados. Que los partidos políticos presenten compromisos
electorales en este ámbito es una indudable necesidad.
En
definitiva, sigo defendiendo que la mejor celebración cotidiana del Día del
Libro sería la consolidación de la
Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha, con
medidas como las enumeradas y que permitirían
unas políticas bibliotecarias que
otorgaron a nuestra Región un liderazgo ideológico en este ámbito en
España. Pero, para esto, es la hora de los partidos políticos: tienen en sus
manos comprometerse con la sociedad regional para que la Sociedad de la Información y del
Conocimiento pueda llegar democráticamente a todos los sectores sociales a
través de un servicio público esencial: la biblioteca pública. Los partidos
políticos tienen la palabra.
* Artículo de opinión,
publicado en los siguientes medios:
Lanza digital. Año VI, nº 2.245 (24-04- 2007). http://www.lanzadigital.com/diariolanza/pb/periodico/periodicodetalle.asp?REG=7423&sec=OPINION
El Digital de Castilla-La Mancha. Nº 450
(25-04-2007) http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulos.asp?idarticulo=14134
Noticias Toledo.
Nº 22 (27-04-2007). Pág. 2. http://www.noticiastoledo.com/semanal/upload/22/opinion.pdf
Noticias Digital. (27-04-2007)
El Bibliotecario conquense. Espacio
de encuentro de la
Asociación de Bibliotecarios de Cuenca (26-4-2007)
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