Como estoy jubilado, puedo
permitirme el lujo de seguir desde mi casa el debate del estado de la
región en las Cortes
de Castilla-La Mancha.
Y quiero felicitar al presidente del Gobierno regional, Emiliano
García-Page, porque en esta ocasión, en su intervención inicial
del día 18 de octubre, se refirió durante varios minutos a la
Cultura, lo cual puede ser un signo de cambio. Dijo que “la
Cultura lo preside todo”,
y habló de diferentes ámbitos. Lo totalmente nuevo es que se
refirió durante veinte segundos a las bibliotecas: “Reforzaremos
la acción y las capacidades de las bibliotecas públicas”,
dijo, y se comprometió a desarrollar este servicio al cien por cien
de la población. La oposición acusa que siempre en este debate el
presidente hace anuncios que luego no cumple y yo hoy quiero decir
que ese verdadero “ejército de paz y de palabras” que somos los
bibliotecarios vamos a velar de forma minuciosa para que los
compromisos que ha asumido el presidente se cumpla en 2018.
Bienvenida sea esta promesa, que esperemos no vuelva a incumplirse
como ha ocurrido ya en distintas ocasiones en el último bienio. Esta
vez se trata de una intervención en sede parlamentaria y si no se
cumplen estos anuncios habrá verdadera rebelión bibliotecaria.
Vengo insistiendo en numerosos
artículos e intervenciones en la necesidad de que la Junta recupere
los programas de apoyo a las bibliotecas públicas municipales, que
fueron hasta 2010 importantes, por el número y por el desarrollo que
supuso de este servicio público que se basó en criterios de
cofinanciación y
corresponsabilidad.
He pedido hasta la saciedad que en los presupuestos se incluyan 3
millones de euros, y el presidente, en alguna medida, responde a esta
petición comprometiendo 600.000 € para el programa de ayudas a
adquisición de libros y audiovisuales; 400.000 € para colaborar en
los programas de animación a la lectura y otras actividades de las
bibliotecas municipales; y 300.000 € para que los ayuntamientos
puedan abordar pequeñas inversiones y equipamiento en sus
bibliotecas. Si a ello añadimos los 600.000 € para colaborar
en la contratación de bibliotecarios municipales, tendríamos un
total de 1.900.000 €, totalmente insuficientes pero que suponen un
balón de oxígeno para las bibliotecas públicas municipales de
nuestra región y para reiniciar la recuperación de esas políticas.
Poco aporta el Gobierno regional en un servicio que recibió 6
millones de visitas de usuarios, en una red de bibliotecas en la que
un total de 669.596
ciudadanos son socios
con tarjeta de lector, es decir un tercio de la población regional,
cifra
verdaderamente extraordinaria.
Como el presidente
imagino sabe bien, las prioridades políticas tienen que tener un
reflejo presupuestario. Y no podrá lograrse el objetivo que la
Cultura presida todo, como dice García-Page, con presupuestos
verdaderamente ridículos e insuficientes si se comparan con
cualquier otro ámbito de las competencias. La política
presupuestaria debe estar ligada a las prioridades políticas de un
gobierno, y por ello hay que hacer una verdadera transformación de
los presupuestos generales de la Junta, que deben corresponder e esas
prioridades y evolucionar de forma que se puedan cumplir los
objetivos políticos.
Volvió a insistir
el presidente en un Plan
Estratégico de Cultura
que nada aporta a las bibliotecas y que es un verdadero ejercicio de
ciencia ficción, para finalizar con el compromiso de desarrollar
totalmente el Mapa
de Bibliotecas Públicas,
sin duda una planificación necesaria, que ahora no incluye las
capitales de provincia y otras grandes localidades de nuestra
Comunidad Autónoma.
En cuanto al
objetivo de conseguir llegar a dotar de servicios bibliotecarios a
toda la población, recuerdo al presidente que de los 919 municipios
de Castilla-La Mancha, sólo están atendidos por algún tipo de
servicio bibliotecario 690. Otros 229 municipios no reciben ningún
servicio, cuando en 2011 las localidades sin servicio se habían
reducido a 73. Ello significa especialmente que las Diputaciones
Provinciales
tienen también que asumir sus compromisos legales de colaborar en la
prestación de servicios móviles a los pequeños municipios para
acabar con el parón que se ha ido dando también en este ámbito.
En cualquier caso,
hace dos décadas expresé mi opinión de que las subvenciones a las
bibliotecas era una fórmula necesaria para conseguir el desarrollo
de las bibliotecas municipales pero no podían ser la vía
permanente. La Legislación autonómica deja bien claro que han de
firmarse convenios entre la Administración Autonómica y las
corporaciones locales para dar soporte financiero a este servicio
público esencial que son las bibliotecas, y que no pueden estar
sujetas a vaivenes políticos o a decisiones personales de quienes en
cada momento están al frente de las diversas Administraciones
Públicas.
Como he sido
director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, cuando he pedido
públicamente recursos al Gobierno Regional para las bibliotecas he
optado por dirigir esa petición para las bibliotecas municipales.
Ahora que ya no tengo esa responsabilidad, tengo que expresar algo
que he dicho continuamente en reuniones y en informes: la Biblioteca
Regional y las demás Bibliotecas Públicas del Estado no pueden
continuar por más tiempo en la situación de recortes
presupuestarios y de personal en la que llevan tantos años. Un
presupuesto de 50.000 € para adquisiciones, tanto para los
servicios de biblioteca pública como para los fondos regionales es
totalmente insuficiente, en un centro que tuvo hasta 230.000 €. Y
en las cuatro restantes bibliotecas públicas provinciales o del
Estado ocurre algo similar. En otras regiones se van recuperando los
presupuestos pero no ocurre así en nuestra comunidad autónoma, y
esto es responsabilidad exclusiva del Gobierno Regional. Similar
situación se da en el presupuesto para actividades culturales, que
dedica 25.000 € para todo el año en cada Biblioteca, para unos
centros que realiza hasta cerca de dos millares de actividades
culturales al año. Y es verdaderamente lamentable que plaza de
funcionario que se jubila quede amortizada o que no se cubran la
mayoría de los puestos de funcionarios en situación de baja médica,
maternidad… No se pueden prestar los servicios sin los recursos
humanos necesarios.
¿Será verdad que
las bibliotecas públicas van a estar en la agenda del Gobierno
regional? Desde aquí mi llamamiento a los tres grupos parlamentarios
de las Cortes de Castilla-La Mancha para que con sus propuestas
mejoren la que acaba de realizar el presidente regional.
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